¡Los príncipes azules no existen!

Lo peor de todo es que hay quien no quiere creer que la vida es una mierda y vive en su mundo de hadas, aunque creo que hay extremos mucho peores.

Blair Witch. Un calco descarado, cutre y tardío de la primera entrega

«Blair Witch» fue la tercera y horrenda entrega de la saga que empezó con aquella revolucionaria en su día (en método de producción y de comercialización por lo menos) «The Blair Witch Project». 

La película ignora la secuela del año 2000 de la mencionada saga, «El libro de las sombras», que era también despreciable, para intentar salvar los platos rotos (lo cual no consigue). Es más, es que por llegar ni llega a proponer algo. 

Apropiación política y cultural de la Antigüedad: Madrazo, los Borbones y Viriato.

Tomando prestado la idea que Duplá Ansuategui (2014) conceptualizó como «apropiación política y cultural de la Antigüedad», este breve artículo de disertación pretende, sin ninguna pretensión, presentar algunos de los mecanismos y sistemas de pensamiento que emplearon y emplean la Historia y, en este caso, la Historia Antigua, como instrumento legitimador, siendo el más prolífico de ellos, los movimientos nacionalistas.

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Merlí: Sapere aude. Amor y muerte.

Hace un mes que se estrenó Merlí: Sapere aude, spin-off y secuela de Merlí, pero con la notable diferencia de que el personaje principal, el que le da título a la serie no es el centro de la trama. En esta nueva serie, todo girará en torno a Pol Rubio, quien ha decidido estudiar la carrera de Filosofía, la famosa carrera sin salidas.

Si no habéis visto Merlí, no sigais leyendo y echadle un ojo a las tres temporadas.

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Bodyguard

Después de haber visto a Richar Madden en Medici, serie de la que pretendo escribir pronto, me resultó inevitable empezar otra serie en la que fuera el protagonista, aunque esta vez en un rol muy diferente.

Estamos ante un thriller político con temas de actualidad: guerra, terrorismo islámico, censura, estado policial… Pero no solo eso, sino que pone en evidencia algunos problemas que pasan desapercibidos muchas veces. Puede que os esté aburriendo, pero os garantizo que esta serie merece la pena verla. No se puede decir que sea aburrida, porque en cada capítulo siempre hay un gran momento de acción, a veces incluso más de uno; sobre todo, en los primeros capítulos.

Al final todos los cabos sueltos quedan atados. Un final cerrado con final feliz, sin dejar un mísero cliffhanger para los que hemos alucinado con esta serie.

Después de todo, se desvela que el frío y calculador David Budd es humano y se desmorona en la consulta de la terapia ocupacional. Una escena breve, pero conmovedora, haciéndonos ver que no ha sido fácil por todo lo que ha pasado., pero recompensado porque puede volver con su exmujer e hijos.

Una serie corta, de apenas seis capítulos, pero intensa y con una 2ª temporada aún en el aire

Pokemón Let’s Go Pikachu/Eevee

Gran parte de las personas en su infancia habrá jugado a Pokémon, en una versión 2D y 8 bits, con colores poco variados en una consola Game Boy. Recordar aquellos momentos es lo que nos ofrece este juego de una prolífica saga como es la de Pokémon.  Intenta llevarnos por un clásico como Pokémon Amarillo con modelado 3D y por fin una paleta de colores como nunca antes se ha visto en la saga.

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En el viaje por la mítica región de Kanto nos depara grandes novedades que no aparecía como tal en la versión de Game Boy, podremos capturar los Pokémon iniciales Squirtle, Bulbasaur y Charmander durante nuestra aventura en diversas rutas para así elegir el que mejor nos convenga con nuestro estilo de juego. Otra novedad es que si uno de estos entrañables monstruos aparece en su versión varicolor  —comúnmente conocida como shiny—  se ve a simple vista que es diferente al resto de dicha especie.

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Cabe destacar que en estas entregas están incluidos los míticos Red (Rojo), Blue (Azul) y Green (Verde) como entrenadores contra los que enfrentarse con sus Pokémon más característicos. Para los que hallan leído el manga será una delicia poder disfrutar combatiendo contra ellos e intentar superarlos como mayor reto del juego.

Lamentablemente, lo malo de tener dos ediciones es, como lleva pasando desde los primeros juegos de la saga, es que hay Pokémon exclusivos para cada una de las ediciones.

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Otro dato que menos gusta en la comunidad de Pokémon es que solo están incluidos en dicho juego los 151 primeros Pokémon más los nuevos Pokémon creados para la ocasión: Meltan y, su evolución, Melmetal. Estos Pokémon singulares tipo eléctrico acero. Ocupan el número 152 y 153 de la pokédex.  Para conseguir a Mew, tendremos que gastarnos el dinero en comprar un complemento llamado Pokeball Plus ya que en su interior esta este Pokémon tan ansiado.

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Además se implementa una conexión entre Nintendo Switch y Pokémon Go para poder transferir nuestros Pokémon desde la versión de móvil a la versión de Switch. Con esto conseguiremos Pokémon muy potentes cuando lleguemos a ciudad Fucsia. Sustituyéndo este edificio de «intercambio» a la Zona Safari.

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También dispondremos de funciones en linea, pero con una restricción: solo puedes jugar online con personas conocidas y que quieran luchar o cambiar contigo.

Al completar el juego dispondremos de los 151 maestros Pokémon que tendremos que vencer y no sera nada fácil esto. Además el post-game incluye que podamos combatir cada día contra los 8 lideres de gimnasio y cuantas veces queramos contra el Alto Mando.

Hay varias preguntas que todo el mundo se hace para este spinoff de la saga, aunque su director principal (Junichi Masuda) no lo considere como tal, ¿es como Pokémon Go? La respuesta es no, tiene las mecánica de captura de Pokémon Go, pero el juego no se ha convertido como tal en la versión de Switch de dicho titulo. Hay partes negativas de esto ya que perdemos las típicas peleas entre Pokémon salvajes para así entrenar a nuestro Pokémon. Aunque esto también trae un lado positivo, no tendremos que combatir contra incontables Pokémon en busca del que deseemos.

La segunda pregunta que se nos puede ocurrir es la siguiente: ¿Si no tenemos Movimientos Ocultos (MO) cómo podremos cortar arboles o surfear? Como ya se implementó en Pokémon Sol, Luna, UltraSol y UltraLuna; tendremos algo muy parecido a lo que vimos en la región de Alola. Tendremos los movimientos mas característicos usado por nuestro Pokémon principal (Pikachu o Eevee), pero sin ocuparnos un hueco de los 4 disponibles para los ataques.

En conclusión, este juego merece la pena por rememorar nuestra infancia, aunque no trae mucho más que la edición de Game Boy, podemos echarle muchas horas ya que tenemos a los maestros de cada uno de los Pokémon de la pokédex. Visitar Kanto en 3D no tiene desperdicio y es muy entretenido volver a enfrentarse a todos los lideres como ya hicimos en nuestras partidas de Pokémon amarillo.

Roma: Una maravilla en blanco y negro

Si hay algo que me fascina de Alfonso Cuarón es su eclecticismo insobornable, su capacidad para saltar de un género a otro con una facilidad pasmosa y encima… hacer que casi todas sus películas sean buenas. El señor adapta a Charles Dickens, y luego hace una comedia dramática, y luego una película de Harry Potter (la mejor de toda la saga, por cierto), y luego un drama distópico de ciencia ficción y luego una aventura espacial y ahora nos viene con un drama costumbrista inspirado en su propia infancia y en las mujeres que lo cuidaron entonces. Y lo clava. Porque Roma (cuyo título viene al caso de que se ambienta en un barrio de clase media-alta llamado así de México D.F.) es una maravilla. Es dura, pero conmovedora. Es un trozo de la vida mexicana de los años sesenta y habla de toda clase de asuntos integrándolos perfectamente en la historia de una criada del hogar de aquellos tiempos.

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Tenemos clasismo e hipocresía social, y discriminación del indígena, y pobreza, y machismo, y aporafobia, pero también una humanidad increíble alejada de todo maniqueísmo posible. Los personajes son reales, creíbles cien por cien, dolorosos casi, y están espléndidamente interpretados y todos tienen una pirueta llena de significado que realizar frente al espectador para enriquecer su fresco coral. Desde la mencionada criada hasta sus jefes, de familia rica, pasando por su desconsiderado novio o por los ambiguos niños a los que cuida. Casi ninguno es bueno ni malo, y el a priori más clasista sorprende con destellos de bondad inesperados.

El caleidoscopio social y emocional de Roma es maravilloso, inolvidable, de una lucidez brutal, y contrapone las vidas en la ciudad y en el campo, en la riqueza y en la pobreza, en el cuerpo de un hombre y en el de una mujer. Su fotografía es portentosa, inolvidable, y escenas para el recuerdo tiene cientos, y momentos que ponen los pelos de punta otros cuantos (el plano de la playa y las olas quedará para los anales de la historia del cine: es un clásico instantáneo, desde ya, desde ayer). La nueva película de Cuarón te atrapa y no te suelta, te sumerge en el claroscuro total, te enseña que la vida no es cuestión de blancos y de negros y te muestra que todos somos vileza y luminosidad. Maravillosa. Imprescindible.

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La soberbia de la impiedad: hibris, mito y castigo en Aracne

«Minerva verandert Arachne in een spin», Antonio Tempesta, 1606. Museo Nacional de Amsterdam.

Aracne y su condena es uno de los desenlaces míticos más explotados desde el sesgo judeocristiano, especialmente a través del arte, pese a ser en origen un mito de segundo orden, enfático y relevante quizá por la visión atípica de Atenea como diosa de las “artes manuales”, y por la muestra en él de un comportamiento impío, acción reiterativa de numerosos mortales y héroes, quienes trasgredían los límites naturales entre dioses y seres humanos siendo siempre por ello castigados (ejemplos ya tratados de ello sería Licaón y el titán Prometeo). De cualquier modo, este es uno de los mitos clásicos que mayor trascendencia consiguió a posteriori, mereciendo un espacio individual para su disertación y análisis.

Griacomo Franco 1584. Xilografía. Aracne y Minerva. Metamorfosis
«Aracne y Minerva», Giacomo Franco, 1584, Ilustración para edición de la Metamorfosis de Ovidio

Aracne al telaio. Anonimo florentino. 1370-1380. Biblioteca nacional, Florencia. ilustración para libro metamorfosis de ovidio
«Aracne al telaio», Anónimo florentino, 1370-1380. Ilustración para edición de la Metamorfosis de Ovidio. Biblioteca Nacional (Florencia)

Xilografía. Aracne y Minerva. 1585, París. Metamorfosis
«Aracne y Minerva», Desconocido, 1585. Ilustración para edición de la Metamorfosis de Ovidio, París (Francia)

Esta historia dio lugar desde la Edad Media a una rica iconografía que nutrió el imaginario occidental cristiano de representaciones de dicha condena con menor o mayor crudeza, imágenes que se han ido acrecentando a lo largo de los siglos ligándose a distintos movimientos e, incluso, episodios históricos, como el feminismo y la industrialización. Sin embargo, este pasaje tan evocado, incluso aún instrumentalizado en nuestro tiempo, tiene un origen más tardío de lo que podemos llegar a pensar, siendo su primera mención en las Metamorfosis de Ovidio (año 8 de la Era Común) obra que inspiraría a otros autores como Virgilio (Geórgicas, 29 E.C) y Dante Alighieri (Divina Comedia, 1304-1321 E.C), así como artistas, como Tintoretto (Pallade e Aracne, 1579 E.C)  o Velázquez (Las hilanderas o la fábula de Aracne, 1655-1660).

Atenea y Aracne, c.1475- 85, Jacopo Tintoretto
«Atenea y Aracne», Jacopo Tintoretto, 1475-1485, Galería Uffizi, Florencia (Italia)

Tanto Ovidio como otros autores como Plinio, concuerdan en que Aracne era hija de Idmón de Colofón, un tintorero famoso en Tiro que, al igual que su esposa, destacó en el hilado y coloración de telas, especialmente con púrpura. Aracne desarrollaría una gran maestría en el taller familiar, logrando gran reconocimiento en Hipepa (Lidia), donde asentaría su taller. Se narra que realizaba con tal brillantez sus labores, que las ninfas acudían a ver cómo las elaboraba, contemplando no solo la obra finalizada, sino también el laborioso proceso al que Aracne imbuía belleza.

1656 Hilanderas o Fábula de Aracne. Diego de Velázquez
«Hilanderas o Fábula de Aracne», Diego de Velázquez, 1656, Museo del Prado, Madrid (España)

Fruto de esta admiración, a modo de halago, las ninfas comentarían que su don debió habérselo otorgado Atenea, lo que la joven negaría con ímpetu, remarcando ante el horror de sus espectadoras, que su labor se debía únicamente a sí misma. Haciéndose eco de la petulancia de sus palabras, la diosa se le aparecería oculta bajo la cara de una anciana, aconsejándole a la hilandera desde su posición de madurez, que se conformara con ser la mejor entre las mortales, no midiéndose e insultando con ello a los dioses, debiendo disculparse por su atrevimiento. Desoyendo a la anciana, Aracne se reafirmaría, retando a la diosa a que si tan brillante era, se midiera con ella en una competición.

Atenea se despojaría de su disfraz y, ante la avergonzada pero tozuda joven que había rechazado redimirse, aceptaría el reto.

Ambas entretejerían en sendos mantos la trama y la urdimbre con colores vivaces y brillantes durante largo tiempo, algunos afirman que días, hasta que finalmente presentaron sus obras. La diosa mostró una escena central olímpica, en la que se apreciaría su lucha y final victoria por el patronazgo de Atenas ante Poseidón, estando rematadas las esquinas con cuatro episodios donde mortales vanidosos habían sido castigados por su osadía. Esta era una obra bellísima, inmaculada, que mostraba una gran perfección acorde a su estatus. Sin embargo, así también sería la de Aracne, quien realizó su obra retratando con gran maestría y atrevimiento los vicios de los dioses, reflejándose entre otros pasajes, las diversas transformaciones de Zeus para yacer con mortales. Algunas fuentes narran que su perfección fue tal que disgustaría a la diosa, confirmando la percepción de Heródoto, que en sus Historias, VIII, afirmó que: «la divinidad tiende a abatir todo lo que descuella en demasía». Sin embargo, la mayoría de las referencias remarcan que el tema escogido era tan sacrílego, que Atenea destruiría la obra y azotaría con el uso a Aracne, quien huiría y, comprendiendo por primera vez su error, se ahorcaría.

Como castigo a su comportamiento, Atenea rociaría a la joven con jugo de acónito, convirtiendo la soga en una telaraña y a Aracne en araña, para que ella y sus descendientes tejiesen durante toda la eternidad.

1861. Gustave Duré. Aracne
«Aracne», Gustave Duré, 1861. Ilustración para edición de la Divina Comedia de Dante Alighieri

Candice Raquel Lee. Aracne. 2005
«Aracne», Candice Raquel Lee, 2005

 

 

 

 

 

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«La pequeña Aracne», Gabriel Grun, 2007

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A modo de conclusión, cabe señalar que a pesar de las distintas atribuciones y denominaciones por su semejanza temática, que no por reconocimiento de los atributos y el episodio narrado, la representación más antigua de este mito está datada en el año 98 E.C, hallándose en el Foro de Nerva o Transitorio. Durante el medievo y los primeros años de modernidad, el mito sería retratado arquetípicamente en el momento previo a la violencia, bien la competición o el desenlace de esta, ejemplo de ello serían las obras de Jacopo Tintoretto (1475-1480), Peter Paul Rubens (1636) y Diego de Velázquez (1656). Mientras en los últimos siglos, las representaciones se han vuelto más atrevidas, representando la transformación, una Aracne abandonando su condición humana, un episodio de gran crudeza retratado por artistas como Gustav Duré (1861), Candice Raquel Lee (2005) y  Gabriel Grun (2007).

Bibliografía y Webgrafía empleada