Bodyguard

Después de haber visto a Richar Madden en Medici, serie de la que pretendo escribir pronto, me resultó inevitable empezar otra serie en la que fuera el protagonista, aunque esta vez en un rol muy diferente.

Estamos ante un thriller político con temas de actualidad: guerra, terrorismo islámico, censura, estado policial… Pero no solo eso, sino que pone en evidencia algunos problemas que pasan desapercibidos muchas veces. Puede que os esté aburriendo, pero os garantizo que esta serie merece la pena verla. No se puede decir que sea aburrida, porque en cada capítulo siempre hay un gran momento de acción, a veces incluso más de uno; sobre todo, en los primeros capítulos.

Al final todos los cabos sueltos quedan atados. Un final cerrado con final feliz, sin dejar un mísero cliffhanger para los que hemos alucinado con esta serie.

Después de todo, se desvela que el frío y calculador David Budd es humano y se desmorona en la consulta de la terapia ocupacional. Una escena breve, pero conmovedora, haciéndonos ver que no ha sido fácil por todo lo que ha pasado., pero recompensado porque puede volver con su exmujer e hijos.

Una serie corta, de apenas seis capítulos, pero intensa y con una 2ª temporada aún en el aire

El sabor de la novela negra mediterránea: Andrea Camilleri

Elegir un libro puede convertirse en la tarea más simple de una tarde rutinaria o en la odisea más ajetreada que, ¡oh, mis queridos camaradas lectores!, puede costarnos semanas. Hablo desde la experiencia, pues no es la primera vez que entro en una librería o en una biblioteca y, atraída por su éter, ese olor tan característico del papel de imprenta, me maravillo entre título y título, entre sinopsis y sinopsis, entre portada y portada, como si las misma sirenas de Odiseo entonaran una dulce melodía a través de las letras, cautivadora y confusa. Pero la mayoría de las veces, abandono frustrada y ofuscada, bien por la desilusión de haber esperado encontrarme con una novela más satisfactoria, o bien por salir del establecimiento con las manos vacías.

Tal vez el error sea mío, o nuestro, pues entramos como exploradores sin conocimiento ni causa de lo que realmente queremos. Vamos a la aventura y, aunque en ocasiones sea bueno estar perdido para encontrarse entre las páginas de una imprevista novela de biblioteca, no todos tenemos la suerte de Schliemann, y en vez de hallar Troya, solo hallamos grava y polvo. El tiempo es oro, queramos reconocerlo o no, y para historias insípidas la vida misma es la novela predilecta.

Por tanto, si os encontráis inmersos en esta pregunta que tanto nos hace temblar a los amantes de la lectura: « ¿Y qué demonios puedo leerme ahora que valga la pena?» esta pequeña verborrea os puede ser útil.

Os adentraré en el mundo de la novela negra o novela policíaca, como más os guste. Sí, esa novela tan realista y a veces tan ficticia, esa tan enrevesadamente psicológica y a la vez tan simple, esa novela que pertenece a ese género capaz de mostrar lo mejor y lo peor del ser humano. En resumen, si estáis buscando una historia con la que no os podáis evadir, con la que podáis observar y analizar el realismo característico de los tiempos contemporáneos, Andrea Camilleri será vuestro nuevo autor favorito.

No hace falta ser un erudito en la literatura ni en las estadísticas para saber que, si salimos a la calle y preguntamos el nombre de un escritor de novela negra, o policíaca, a cualquier transeúnte con el que nos crucemos, el 80% de las respuestas nombraran a autores anglosajones o americanos, tales como Doyle, Christie o Hammett, pues su originalidad y talento demostrados en sus obras les respaldan y les hace merecedores de tal fama. Pero, ¿Qué se oculta tras el 20% restante aparte de una posible ignorancia por la materia? Pues, básicamente, grandes genios coetáneos como Camilleri. Genios que, erróneamente, se excluyen del círculo de la novela negra, el cual parece pertenecer única y exclusivamente a autores de habla inglesa.

Posiblemente, si os atrevéis a seguir mi consejo y adentraros en el mundo camilleriano, representado en la entrañable e imaginaria ciudad mediterránea de Vigata, al sur de Sicilia, descubriréis inmediatamente que dista mucho de lo que Doyle o Hammett consiguieron representar en sus novelas. Su protagonista, el comisario Salvo Montalbano, no es el arquetipo de detective justiciero, intachable y perfecto al que la novela negra nos tenía acostumbrados en un principio, sino todo lo contrario. Nos encontramos ante un personaje humano, real, con el que os podréis identificar en cada uno de sus arrebatos, en sus relajantes paseos por el muelle, en sus tormentos y en sus pasiones, o en su propio sentido de la justicia que pocas veces coincide con el reflejado en los códigos penales o civiles. Aun así, nada de esto le impide llevar a cabo una eficiente labor como comisario.

Camilleri nos sumerge en la vida de un hombre común, rodeado por las sombras de un mundo actual, cruel y corrupto, y por las sombras de su propio mundo, un hombre que es un antihéroe de la novela, lleno de imperfecciones, un hombre que en ocasiones abusa de su autoridad y actúa como un dios de tercera y otras como un niño asustado por sus fantasmas del pasado, del presente y del futuro.

Transpórtate a la Vigata mediterránea de Montalbano. Recorre sus calles, descubre a sus personajes, saborea sus aromas y ama su cultura a través del intrigante género de la novela policíaca escrita por la pluma de Andrea Camilleri. Vive una Italia como jamás ningún otro autor te ha invitado a vivirla.