Merlí: Sapere aude. Amor y muerte.

Hace un mes que se estrenó Merlí: Sapere aude, spin-off y secuela de Merlí, pero con la notable diferencia de que el personaje principal, el que le da título a la serie no es el centro de la trama. En esta nueva serie, todo girará en torno a Pol Rubio, quien ha decidido estudiar la carrera de Filosofía, la famosa carrera sin salidas.

Si no habéis visto Merlí, no sigais leyendo y echadle un ojo a las tres temporadas.

La acción en Sapere aude empieza tres semanas después de la muerte de Merlí Bergeron, el mítico profesor de filosofía que rompía con toda ley que le interpusieran. En Merlí, ya vimos qué pasa al final con los alumnos de la clase años después de acabar el instituto en un emotivo epílogo (que a mi, personalmente me sobraba un poco). Ya vimos el final de Pol Rubio, ahora veremos el camino que realizará para conseguir ser profesor de Filosofía (¿veremos cómo se atraganta con la tesis? o mejor ¿cómo estudia para las oposiciones?). Pero también tendremos que ver cómo evoluciona su relación Bruno (que actualmente actua como un prepotente y ¡menos mal que no es celoso!)

Como ya he dicho, Merlí ya no está, el puesto de profesor provocador está libre y en esta ocasión es ocupado por la catedrática alcohólica de Ética de la universidad: María Bolaño. Aunque no es Merlí, tenemos que tener en cuenta sus problemas personales ¿Será más cañera cuando esté sobria?

Sobre el amor y la muerte

Todo gira alrededor de lo mismo, continuamente, el amor y la muerte. Sobre la muerte, ya sabemos de qué muerte hablamos. Pero no sólo se habla de muerte sino también de la brevedad de la vida (también es una obra de Séneca, muy breve y recomendada). La mítica locución latina tempus fugit, que significa «vamos a hacer cosas que nos morimos» tiene mucho peso en la serie. Me ha parecido muy tierna la manera en la que se trata a la muerte, a la que no hay que temerle, a la que hay que celebrar.

Y del amor… qué podemos decir del amor, si es el perpetuo leitmotiv de las series de televisión. Y tanto en Merlí como en Sapere aude, como no podía ser de otra manera, vemos el amor de mil maneras, tanto físico: heterosexual, casual, homosexual, masturbación, lésbico: como sentimental: romántico, platónico, filial…

Pero hay mucho más, cada clase de ética nos va a descubrir un poco más de esa filosofía tan necesaria a veces para la vida.

Apología de Sapere aude.

He escuchado, de amigos que han visto la serie, que esta serie no es lo mismo sin Merlí. Y en parte, lo entiendo, el personaje de Merlí tenía mucha fuerza en la serie. Aún ahora tiene fuerza y cada vez que sale mencionado o existe alguna trama relacionado con él, el mundo se para.

Otra de las razones por las que la serie no tenga tanta fuerza es que se han reducido el número de personajes. Ya no hablamos de alumnos de una clase de instituto, sino de una pandilla de la universidad: Oti, Minerva, Biel, Rai y Pol. Aquí, las posibilidades de empatizar con un personaje en concreto se reducen. Porque empatizar con un personaje en una serie es importante para seguir viéndola.

Conclusiones

Merlí: Sapere aude comienza bien, con consistencia. Tiene presente de donde parte y lo que sienten los personajes recuperados de su antecesor. El formato de los capítulos y de las clases han cambiado, ya no es Historia de la Filosofía ni el relato de cada autor, sino que se centran en cuestiones más generales y abiertos.

Quizás muchos esperaban más de esta serie, pero creo que es la continuación ideal de Merlí.

Deja un comentario