Toro

Kike Maíllo abrió la 19ª edición del Festival de cine de Málaga con su película Toro, un largometraje fuera de concurso grabado en la capital malagueña y municipios colindantes que surge, según él mismo, como reacción a su dirección en Eva cambiando ahora de registro saltando de la ciencia ficción de aquella película que en 2012 le dio un Goya (director novel) hacia un thriller. Toro es una producción en la que aparece como protagonista Mario Casas junto a Luis Tosar, Ingrid García Jonsson, José Sacristán, Jose Manuel Poga, Gloria López y Alberto López, entre otros.

Tras una fatal persecución que acaba en tragedia, el personaje Toro, encarnado en Mario Casas, ingresa en prisión durante cinco años. Tras ello, el protagonista decide abandonar su fatídica vida pasada y emprender una nueva lejos de todo. Cuando ya está a  punto de cumplir su condena, Toro se reencuentra con su hermano López (Luis Tosar) quien lo involucra en una deuda que posee con Román (José Sacristán) un peligroso perista. Ambos recorren varios rincones del Sur de una España violenta y salvaje, a través de una ficción por encima de lo habitual mezclando símbolos religiosos con acción, dando paso así a un resultado con un punto fervoroso y no precisamente piadoso. A su vez, se presentan situaciones cotidianas y cercanas  de un modo diferente mediante unos personajes que manejan las diferentes situaciones a su antojo. Este magnífico plano secuencia de 97 minutos mantiene al espectador en vilo y sobrecogido durante toda la proyección dejando en las retinas imágenes impactantes pero de gran calidad.

Kike Maíllo y algunos actores hablaron en la rueda de prensa tras la visualización de la película en el Festival sobre los referentes que siguieron a la hora de preparar los personajes y elaborar el guión, así como la elección y asignación de los mismos entre otras cuestiones.

Especialmente la mayoría de preguntas fueron formuladas al protagonista de la película Mario Casas quien aseguraba desde su punto de vista que: «Toro no es una película que plantee guiar culturalmente a los personajes hacia lo religioso.»

Así mismo, el propio Mario Casas decía: «A la hora de preparar mi personaje me he guiado y apoyado en mis compañeros. Luis Tosar para mí siempre ha sido un referente ya que he seguido su trayectoria profesional, al igual que la de José Sacristán. Ambos aportan energía, tranquilidad y seguridad a la hora de ensayar ya que ha habido un importante trabajo de fondo, sobre todo a la hora de crear la biografía de cada personaje […] Yo lo único que me he limitado a hacer ha sido oír, ver y callar, y así he aprendido mucho sobre esta profesión.»

El director también se pronunció sobre sus referentes a la hora de elaborar la película: «No tengo ninguno en concreto pero si es cierto que me gusta mucho Coppola y Scorsese entre otros […] En definitiva busco mi propio camino e intento no ir hacia el costumbrismo. Teniendo en cuenta que el tiempo de rodaje fue muy reducido intenté hacer unos personajes creíbles.»

Luis Tosar también se manifestaba diciendo: «En la película el actor desarrolla la mayoría de las escenas que aparecen, nosotros pensábamos que iban a introducirse muchos más efectos especiales»

toro1Mario Casas afirmaba: «Mi trayectoria ha sido muy variada, para mí es una gran fortuna trabajar con grandes actores y directores, es toda una gran oportunidad». Así mismo Maíllo respondía: «Mario ha evolucionado tremendamente, trabaja desde la humildad  y siempre está dispuesto a aprender. Es difícil encontrar a alguien así; que muestre ternura y brutalidad al mismo tiempo.»

Finalmente, la rueda de prensa concluyó con la explicación de Kike sobre la elección y asignación de personajes: «Estaba enamorado de dos personajes diferentes, por un lado el violento y por otro el pícaro. Tenía claro que Mario tenía que ser el protagonista que desempeñase un papel de alma pura que poco a poco se ensucia pero contiene la esencia […] A Luis se le puede asignar cualquier papel por lo que le di uno que realmente el espectador no acababa de ver si su papel era de bueno, malo, feo…»

@albaleon

Todos tus secretos

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Manuel Bartual

Todos tus secretos, dirigida por el polifacético Manuel Bartual, director, diseñador y dibujante de cómics, es una obra muy coral, pero a la vez muy íntima por cómo está contada. Cuenta con la participación de Dani Pérez Prada (Gran Hotel, Cuéntame), Rocío León (El secreto de Puente Viejo), Cristina Gallego (Te quiero, La pecera de Eva, Impares, Museo Coconut), David Pareja (Lethal Love, Mirada perdida), Lorena Iglesias (Magical Girl), Xabi Tolosa (Carlota, Desafío final), Pepón Fuentes (Papanatos, See You Later Cowabunga, Pepón es guay), Ingrid García Jonsson (Con pelos en la lengua, Manual for Bored Girls), Miguel Esteban (El Intermedio, Muchachada Nui) y Raúl Navarro (El Intermedio, Perestroika, El fin de la comedia).

La película acaba de empezar  un recorrido por varios festivales con mucho éxito, y con razón, ya que, pese a ser una película con un presupuesto reducido, cuenta con un formato muy interesante y una gran calidad.

Debido a la necesidad de contar la historia de esta manera tan particular, la pantalla se divide en un mosaico excepcional en el que habitan los diferentes personajes, y que recuerda al monitor de una cámara de vigilancia en la que se tiene alcance a diferentes situaciones desde una misma ubicación. Todas estas pequeñas pantallas actúan como una mirilla a la vida de los personajes, a través de un elemento clave para la película como son las cámaras web de los ordenadores de los personajes. Se trata de una apuesta segura, ya que trata temas de actualidad, como Internet y las redes sociales, lo mucho que nos gusta exponernos públicamente, y cómo eso se puede volver en nuestra contra.

Diego (David Pareja) y Laura (Lorena Iglesias)
Diego (David Pareja) y Laura (Lorena Iglesias)

La historia comienza con la fiesta de cumpleaños que Susana ha preparado en honor de Toni, quien se encuentra a miles de kilómetros de distancia debido a su trabajo. A ella acuden Sergio, Raquel, Diego, Laura, Irene, Javi, Carlos y Mario; quienes pasan la noche celebrando el cumpleaños. Al día siguiente un suceso resulta ser el desencadenante de una serie de situaciones pasadas y que tuvieron lugar aquella noche, las cuales comienzan a salir a la luz y misteriosamente aparecen publicadas en las redes sociales de los protagonistas. Estos hechos nos muestran ciertos aspectos de los personajes que iremos descubriendo a lo largo de la película.

 Sergio (Dani Pérez Prada), al fondo Susana (Cristina Gallego) y Raquel (Rocío León)
Sergio (Dani Pérez Prada), al fondo Susana (Cristina Gallego) y Raquel (Rocío León)

Una historia de suspense que le podría ocurrir a cualquiera contada de una forma poco convencional que recuerda la genialidad y el poder de los elementos audiovisuales, con unos diálogos tan orgánicos y cercanos y unas actuaciones tan reales, que hacen que el espectador olvide que se trata de una película y que se sumerja del todo en la historia como uno más. Unos personajes muy vivos, llenos de dudas, miedos, pasiones ocultas, ambiciones e ilusión nos llevan a través de una historia intrigante con unos giros inesperados que acabarán sorprendiendo al espectador, y que nos recuerda que la vida, en muchas ocasiones, es más retorcida que la ficción.

Hablamos con Bárbara Santa-Cruz y Juan Blanco

Bárbara Santa-Cruz ha trabajado con algunos de los directores más prestigiosos de este país y ha participado en películas como Pagafantas, Barcelona, noche de verano, 3 bodas de más, Los amantes pasajeros y actualmente en Todo el mundo lo sabe y Sexo fácil, películas tristes, largos que han estado presentes en la 18 edición del Festival de Málaga. También ha participado en series como Inquilinos, La familia Mata y Vive cantando, entre otras. Así mismo ha trabajado en teatro bajo las órdenes de Leticia Dolera y Borja Cobeaga, entre otros, además de dirigir la obra 4 confesiones y de presentar la segunda edición de los Premios Feroz con guion de Eva Merseguer.

Juan Blanco ha participado en 6 cortos de Pablo Vara y debutó en el largometraje con After Party, de Miguel Larraya, además ha participado en Viral, Marsella, Pixel Theory, Al final todos mueren, y Todo el mundo lo sabe, entre otras, próximamente estrena Las Altas Presiones. En cuanto a la televisión ha participado en series como Amar es para siempre, El tiempo entre costuras y, recientemente, en El Ministerio del Tiempo. Subido en los escenarios lo podemos ver actualmente con ¿A quién te llevarías a una isla desierta?

En primer lugar, quiero daros la enhorabuena por la película, porque Todo el mundo lo sabe es una apuesta atrevida, sobre todo por el tema que trata y en los tiempos que vivimos, en los que la corrupción es el plato principal de cada día y vemos en las noticias cómo no dejan de salir casos de este tipo.

Me pareció muy interesante que la persona sobre la que gira todo y por la que, en parte, todo se desarrolla, todo surge, no aparezca visualmente en ningún momento, al menos no de manera significativa, puesto que solo lo vemos en la escena de la muerte. Además de esos planos detalle, tan cercanos, que en parte, sobre todo los faciales, recuerdan por un lado a esa discreción, ese cuidado que tienen que tener estos personajes a la hora de tratar el tema que es, y a ese intento de guardar la identidad que se suele dar en estos casos cuando un tema tan delicado y escabroso sale a la luz. Y me gusta además el hecho de que se trate lo que se mueve alrededor, esas distintas relaciones.

¿Cómo fue el proceso de rodaje? Al igual que tuvisteis cierta libertad con los diálogos, ¿pudisteis elegir el personaje o fue más un proceso de casting? Bueno, en tu caso, Bárbara, eras la única chica.

Juan: Fue Miguel Larraya, el director, que tenía muy claro el personaje que quería que interpretásemos cada uno.

¿Qué fue lo que más os llamo la atención a la hora de decidiros a participar en el proyecto?

Miguel Larraya (director) y equipo técnico.

Bárbara: Fue todo un poco como un atraco a mano armada… Larry, el director, me llamó un lunes y teníamos que empezar a rodar el sábado. No tuve dudas porque ya había trabajado con él antes y sabía que íbamos a entendernos bien. Me llamó muchísimo la atención, por una parte, el método de rodaje tan punky y tan salvaje. Teníamos que rodarlo todo en un día, sin que ni siquiera hubiera un diálogo cerrado. Por otra parte, disfruté mucho del proceso de creación del personaje junto con el director porque él solo me dio apenas un folio en el que solo se señalaban los puntos por los que tenía que ir desarrollándose. Durante esa semana lo que hicimos fue intentar concretar los detalles más concretos para dar veracidad al relato. Desde el primer momento me gustó mucho el tema porque me encantan los personajes que me dan para investigar fuera y, en este caso, precisamente por ser un tema de actualidad, me dio pie para informarme e inspirarme en la propia realidad de lo que está ocurriendo.

J.: En mi caso me movieron las mismas razones. Tanto porque conocía al director, con quien había trabajado ya en la primera película, como  por el tema que, al ser desgraciadamente tan de actualidad, me interesaba. Además me llamó mucho la atención el formato, la manera en que se rodó. La posibilidad de investigar, de improvisar, de rodar de una manera no convencional… Eran elementos que ofrecían mucho atractivo.

Me pareció interesante que se mostrara a la chica, en este mundo que se suele pensar que es tanto de hombres, pero sobre todo el hecho de que muestre el lado humano, el que ella esté enamorada, o al menos eso dice, que siempre nos imaginamos que es simplemente por el dinero, por el puesto que ostentan y la posición social, ¿surgió de ti el darle ese matiz al personaje, de ese trabajo de los diálogos o estaba pautado en el guion?

B.: Hablamos mucho acerca de esto. Realmente no lo sabemos y no lo podemos juzgar. Es cierto que hablamos mucho de la erótica del poder porque más allá de que sus sentimientos no sean sinceros, él tampoco la trata del todo bien. Es difícil juzgar hasta qué punto está o no enamorado el personaje o si ella misma es consciente de sus sentimientos.

¿A Jorge le molesta realmente el tema o lo quiere aprovechar en cierto modo para demostrar su valía como periodista?

J.: Creo que las dos cosas. Es un tema que a él le molesta, le jode. Por un lado considera que es su deber como periodista sacar esto a la luz, pero, por otro, no puede evitar ver la posibilidad de ascender que tiene en sus manos.

Eres la única que no tiene interacción con el resto de actores ¿cómo fue el hacer ese diálogo fingido, monólogo al fin y al cabo? ¿Te quedaste con ganas de interactuar con alguno de los personajes?

B.: Hay algo que nos planteamos unos dos o tres días antes de rodar. Cuando Larry y yo nos encontrábamos trabajando sobre el personaje, preguntándonos a qué sitio se iría, dónde la llevaría Eduardo, qué le regalaría, qué harían… Le dije a Larry que cómo íbamos a rodar todo eso. Se planteó la propuesta de hacer un guión cerrado o decírselo a otro actor, pero, claro, resultaba complejo introducir a otra persona después de los días que el director y yo llevábamos construyendo ese mundo tan íntimo del personaje. Finalmente decidimos que fuese el propio Larry quien interactuase al otro lado del teléfono. En cuanto a la interacción con otros personajes, me habría resultado interesante ver a Marta y al Polilla solos, habría sido divertido verlos por tratarse de dos mundos tan diferentes.

¿Por qué la gente tiene que ver esta película? Si tuvierais que venderla con una frase, ¿cómo lo haríais?

B.: Creo que es la primera película que se hace en relación a un tema de actualidad tan candente y que es un fiel reflejo de todo lo que ahora está ocurriendo. Y a nivel artístico, creo que es una película muy viva, muy curiosa de ver y que no va a dejar indiferente a nadie.

J.: Por los personajes cercanos al espectador medio, a aquel espectador de la calle que vemos y que conocemos. Además del tema, que retrata magistralmente las miserias humanas.

Echando la vista atrás os quiero preguntar sobre algunos de vuestros trabajos anteriores… Juan, tú has participado en 6 cortos de Pablo Vara, además de varias películas en las que él dirige o es parte de la dirección como Al final todos mueren y Pixel Theory, ¿te puedes considerar su actor fetiche?

J.: No lo sé. Somos amigos, desde luego, y ambos somos de Gijón. Siempre me dejo liar, la verdad, especialmente con gente con la que estoy tan a gusto trabajando.

Te hemos visto muy recientemente en El Ministerio del Tiempo una serie muy cuidada de mucho éxito. Enhorabuena por ese Lazarillo de Tormes ¿qué tal fue la experiencia con todo el gran reparto que tiene? ¿Cómo fue volver a compartir escenas con Aura con la que ya coincidiste en Viral?

J.: Con ella muy muy guay. Además es una buenísima amiga mía. Y con el resto del equipo, pues una maravilla. Todos son gente con la que se trabaja de lo más a gusto.

Si hubieses podido elegir otro personaje histórico que te guste ¿cuál habría sido?

J.: Pues no lo sé porque con el Lazarillo estoy encantado. De hecho hice casting para otro personaje, pero finalmente te digo que me quedo con este. Es totalmente entrañable.

Juan Blanco (Lazarillo de Tormes) en El Ministerio del Tiempo junto a Alberto Amarilla

Has estado metido de lleno en teatro  con ¿A quién te llevarías a una isla desierta?, que ha ido cosechando más y más éxito, y de la que el público ha salido tan contento. ¿Cómo se siente uno al pasar de la conocida Nave 73 al muy respetado Teatro Lara con la misma obra?

J.: Hombre, ambos espacios son geniales. En la Nave 73 hemos estado cinco meses. Se trata de un espacio en donde se trabaja genial. En el Lara llevamos solamente tres funciones, pero es un  lujazo poder actuar allí. Está funcionando muy bien de público y estamos muy contentos.

Próximamente estrenas Las Altas Presiones de Ángel Santos ¿qué nos puedes contar del argumento y de tu personaje?

J.: Es la historia de Andrés Gertrudis, personaje que vuelve a su tierra natal, Galicia, y se encuentra un poco desubicado. Yo interpreto a Juan, un antiguo conocido de Pontevedra de Andrés que pone el contrapunto con su vitalidad y despreocupación.

Bárbara, retrocedamos al corto A o B de Leticia Dolera, en el que no solo coincides con Alejandra Jiménez ―a quien tomaste el relevo en los Feroz y con la que vuelves a coincidir en No Controles―, sino que además le dices la frase «¡festivales…Málaga, Cannes!» ¿Te imaginabas por aquel entonces llegar al Festival de Málaga? Y además por partida doble porque también se estrena Sexo Fácil, Películas Tristes.

B.: Con Alejandra trabajamos la primera vez en La familia Mata,  hace ya muchos años. La verdad es que para mí venir al Festival es algo que me encanta. Es el cuarto año que vengo y, además, he tenido la suerte de venir siempre con pelis que me gustan mucho. Es una suerte venir a defender proyectos en los que crees tanto.

Hablando de los Feroz ¿Cómo fue la experiencia de presentar la segunda edición de los Premios Feroz, con ese guión tan maravilloso de Eva Merseguer?

B.: Fue bastante excitante la experiencia. Cuando me llamaron ofreciéndomelo casi me da un paro cardíaco. Por un lado, me decía que no podía decir que no, pero por otro me daba pavor. Hasta ahí solo me había limitado a realizar el trabajo como actriz, nunca había ejercido de presentadora. Era como si tuviese que inventarme un yo público. Tenía constantemente el terror de que me pudiese el miedo escénico, pero una vez que sales y dices la primera frase, el resto va rodado. Fue un reto, sin duda, pero un reto que disfruté muchísimo y que, además, me iniciaba en algo que nunca había hecho.

¿Te imaginas que te llamasen el año que viene para presentar la tercera edición junto a Alejandra Jiménez, siendo así el dúo cómico español de presentadoras como Amy Poehler y Tina Fey en los Globos de Oro?

B.: Fíjate que me encantaría. Estuve hablando mucho con Alejandra cuando me ofrecieron el papel de presentadora y le pedí muchos consejos. Uno de los momentos que más disfruté de la gala fue cuando entregamos juntas el premio a Luis Patiño. Trabajar con ella es un gustazo y la admiro muchísimo. Estaría muy guay, la verdad.

¿Qué se siente al estar Nominada a mejor actriz de reparto en la primera edición de los Premios Feroz junto a Rossy de Palma, Verónica Echegui, Natalia de Molina y Terele Pávez?

B.: Me pasó un poco lo mismo. No pensaba que me iban a nominar y menos con gente de tan altísimo nivel como ellas. Para mí fue un regalo.

Vuelves a repetir con Dani de la Orden después de Barcelona, nit d’estiu, esta vez en Barcelona, nit d’hivern, ¿qué vamos a ver? ¿qué más nos va a mostrar de Laura?

B.: A mí me ha resultado muy interesante el trabajo porque yo nunca había hecho una segunda parte. Ha sido muy interesante poder trabajar la evolución de las relaciones y de los personajes en solitario.

Si retrocedemos aún más, muchos lectores te recordarán de la buenísima webserie Inquilinos de Inés de León. ¿Cómo surge la serie? ¿Qué medios teníais? ¿Qué tal con los invitados?

B.- Éramos todos colegas. Inés de león, Rodrigo Taramona, Sabrina Praga y yo. Inés, que tiene mucha iniciativa, decidió hacer una serie.  Mi personaje, Bárbara, en principio iba a aparecer solo en el primer capítulo, pero al final continuó. Rodar con unos medios tan precarios, sin tiempo ni dinero, fue todo un show. Pero fue divertidísimo porque supuso una especie de gamberrada coleguil. Respecto a los invitados, muy gracioso. A Gorka y a Amaral ya los conocía, pero a Amaia Salamanca no. Intentamos hacer un poco de «postureo» que disimulase la falta de medios en ese ambiente tan Erasmus.

¿Qué te parece tu nominación a Talento Cinematográfico de I Am Here Magazine (junto a Román Reyes, Manuela Moreno ―Cómo Sobrevivir a Una Despedida―, Natalia de Molina, Ingrid García Jonsson ―Hermosa Juventud―?

B.: ¡Pues no tenía idea de la nominación! Me estás dando una alegría tremenda. Ojalá se lo den a alguien que se lo merezca mucho.

(A Bárbara) Rodaste 3 bodas de más con un director que a mí personalmente me gusta mucho como es Javier Ruiz Caldera, que ha dirigido dos grandes comedias como son Spanish Movie y Promoción Fantasma. ¿Qué tal la experiencia de rodar con Javi?

B.: Me encantó. Desde el principio quise hacer ese personaje. Entrené durante dos meses con una chica de la asociación de personas con problemas medulares. Tuve la suerte de poder llegar al rodaje de la serie muy preparada. La verdad es que me encantó. Es un personaje al que le tengo mucho cariño. Y con Javi pues genial porque es un chico muy gracioso.

Hablemos, por último, de tus proyectos futuros, tienes La Mano Invisible aún por estrenar y Sexo fácil, películas tristes, ¿nos puedes adelantar algo de la trama o de tu personaje?

B.: En Sexo fácil, películas tristes interpreto a una bailarina de danza contemporánea alocada, muy pizpireta e impulsiva. La película trata sobre un guionista en crisis, encarnado por Ernesto Alterio, que está pasando por un momento personal complicado, y a quien le encargan el guion de una comedia romántica. Está rodada la mitad en Buenos aires y la mitad en Madrid. Está muy bien porque aúna los elementos de la comedia romántica clásica con la visión más cínica e irónica del propio autor, que intenta desmontar los clichés del género.

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Texto e imagen destacada: @macarena
Edición: @jamoreno

Rocío León: «Me fascinó esa sensación de voyeur, de indagar en la intimidad de alguien»

Todos tus secretos es una obra muy coral, pero a la vez muy íntima y, en mi opinión, no podría haber una mejor forma de contarla, ya que, como explicaba Manuel Bartual, con el uso de las webcams es como si tuviéramos una mirilla a la vida de todos los personajes. Los diálogos son propuestas de los actores y se nota el trabajo con el lenguaje; un lenguaje que dista de aquel audiovisual prefabricado que solemos encontrar y con el que se le da más veracidad y cercanía a la historia, que es esencial sobre todo por el tema que trata: la situación de la generación actual con Internet y las redes sociales. Me parece que representa muy bien esa dualidad opuesta de lo mucho que nos gusta exponernos y de lo poco que nos gusta que nos expongan.

¿Qué fue lo que más te llamó la atención a la hora de decidirte a participar en el proyecto?

El reparto de «Todos tus secretos»

Yo con Manuel ya había trabajado antes, de hecho me invitó a participar en su primer corto y acepté, además le tengo muchísimo cariño, así que el hecho de participar también en su primera película ya me hacía mucha ilusión. Cuando me presentó el proyecto, que hizo un primer teaser con unos amigos para ver si funcionaba el formato, me fascinó. Me fascinó esa sensación de voyeur, de indagar en la intimidad de alguien. Además del hecho de que fuesen escenas cotidianas y muy sencillas, como es una persona delante de su ordenador, en las que muchas veces la acción está en otro lado. Eso también me resultaba muy interesante al ser una cotidianidad más palpable que en otro tipo de películas que se desarrollan de una manera mucho más rápida en general. Me gustaba especialmente que pudieras escoger hacia dónde dirigir la mirada y la propuesta tan natural, ya que es un thriller que nos puede pasar a cualquiera.

¿Difiere mucho para vosotros el hecho de grabar con una 4K, por ejemplo, a grabar con webcams, como en este caso?

Sí, es muy distinto.  Es verdad es que, cuando estás actuando, una vez te concentras y estás en el personaje da igual el tipo de cámara, pero sí es cierto que el hecho de tener simplemente el ordenador delante es algo tan cotidiano que permitía que todo fuera mucho más orgánico. No tienes esa sensación como con las cámaras convencionales, donde no solo está la cámara, sino también no sé cuántas personas más detrás. Además, no hacíamos plano contra plano, por lo que no había que volver a reproducir la emoción en un plano más corto, así que la acción era mucho más verdadera y te hacía estar aún más metida en la situación.

Rocio León interpreta a Raquel en «Todos tus secretos»
Rocio León interpreta a Raquel en «Todos tus secretos»

Si el metraje hubiera sido mayor, ¿qué otros aspectos de tu personaje te habría gustado trabajar y enseñar? ¿Volvería Raquel con Sergio?

La película trata la historia que trata y es redonda en sí misma pero, puestos a fantasear, claro, a mí me habría encantado que hubiera durado más. Me gusta buscarle esa intimidad al personaje y me pasa con algunos largometrajes en los que me quedo con ganas de saber más de los personajes porque me encariño con ellos. Me habría gustado mucho ver más de Diego (David Pareja)  y su ukelele, de la relación con su novia (Lorena Iglesias), averiguar quién es el nuevo compañero de piso de Javi (Xabi Tolosa)… Respecto a Raquel (Rocío León) no sé lo que habría hecho, la verdad. Creo que a Sergio (Dani Pérez Prada) le habría costado conseguirlo, pero sí que me habría gustado ver las nuevas dinámicas en su relación.

¿Si tuvieras que venderme la película con una sola frase, cuál sería?

Eso es muy difícil. Evidentemente es una película que te va a sorprender, por una cosa o por otra, porque está llena de giros inesperados y el formato en sí mismo ya es muy interesante y muy atractivo. No sé si eso vale como una sola frase [risas], pero puedo asegurarte que te va a sorprender y la vas a disfrutar.

Cuando vi Todos tus secretos me recordó, por cómo está contada y por el tema de las redes e Internet, a Manic Pixie Dream Girl, en la que actúas. El texto es improvisado a partir del guion de Pablo Maqueda, tú interpretas las canciones y, por si fuera poco, encarnas a todos los personajes. Eso sin contar que fueron 21 horas de rodaje ininterrumpidas… ¿Cómo fue la experiencia?

Sí, el guion era improvisado a partir de una estructura narrativa que Pablo me mostró y que tenía muy clara. Fue una experiencia brutal. Ahora no sé si lo volvería a hacer, era un poco más joven entonces [risas]. Pero fue brutal y, sobre todo, supuso un reto. Acabé muy cansada, pero también muy contenta con el resultado y por haber superado ese reto después de todas esas horas [risas].

¿Cómo fue el proceso de encarnar a tantos personajes y el cambio de uno a otro? Porque había una diferencia importante de intensidad entre algunos de ellos, como el de Lera, que supongo que después de tantas horas de rodaje no debe ser fácil.

«Manic Pixie Dream Girl»

Sí, de hecho empezamos el rodaje con Lera, si mal no recuerdo, porque era el más intenso y complejo y era el personaje más verdadero ya que las demás eran más caricaturescas. Por otra parte, en cierto modo era el centro de la historia. Interpretar al resto fue algo más divertido y ameno ya que no suponía tanta intensidad.

En cuanto al cambio de uno a otro, la verdad es que estuve muy bien cuidada. Cuando tenía que cambiar de personaje en seguida venían Haizea (productora y otra creadora de #littlesecretfilm) y la chica de vestuario, quienes lo tenían todo preparado: me quitaban una cosa, me ponían otra, me peinaban, me cambiaban el maquillaje… y yo me dejaba hacer [risas]. De esta manera, yo podía estar concentrada en el siguiente personaje y en lo que tenía que hacer, así que no hubo ahí un esfuerzo extra. De hecho, era un momento que agradecía porque era cuando podía descansar.

Has hecho numerosas películas y ahora tienes Berserker y Above the Moon, aún por estrenar. Además participaste en Diamond Flash, la primera película de Carlos Vermut, director de Magical Girl. ¿Qué tal fue rodar con él? ¿Qué opinas de Magical Girl?

Fue genial. Ha sido el rodaje más íntimo en el que he estado de momento porque estábamos la otra actriz, Carlos ─un chico que le ayudaba con la producción y con el sonido─ y yo.  Así que estábamos muy cómodos, con mucha confianza, si no estabas muy seguro de algo o no te llegaba a convencer lo podías comentar con total confianza.

Y Magical Girl me parece increíble. Es su segunda película y contó con más medios que para Diamond Flash. El reparto es magnífico, están geniales. Me gustan muchísimo los giros que tiene y el ritmo, además de que me encanta cómo trabaja Carlos.

¿Tienes algún director fetiche con el que te gustaría trabajar o volver a repetir?

Puf… ¡hay tantos! Es muy difícil esta pregunta [risas]. Michael Haneke, Paul Thomas Anderson, Jaime Rosales, Daniel Sánchez Arévalo, Isabel Coixet, Gracia Querejeta… ¡muchos! [risas].

¿Hay algún tipo de personaje que te gustaría encarnar o con ciertos matices?

No lo sé… quizás un personaje más dramático, pero un dramatismo más épico, por ejemplo, un Bailando en la oscuridad, como un periplo emocional del personaje.

Si tuvieras que elegir un personaje de todos los que existen para interpretar, ¿cuál elegirías? ¿Hay alguno que te guste especialmente?

Sí, hay varios, pero uno en especial y es el de Gena Rowlands en Noche de estreno, o el de Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes. ¿A quién no le gustaría?

A la hora de prepararte un personaje, desde que te dan el guion y haces una primera lectura hasta que ya cobra vida, ¿cómo es tu proceso? ¿Tienes algún método particular?

Pues cada personaje es muy distinto. Cada uno te pide unas cosas distintas y tienes que indagar diferentes aspectos de ti mismo, no tengo un proceso fijo. Por ejemplo, participé en Drácula en el CDN y para el personaje sí que hacía un calentamiento de una hora cada día antes de la función, pero no suele ser así; aunque en teatro sí que hago un calentamiento más extremo.

¿Qué tal fue la experiencia de encarnar a Ana Frank en teatro?

«El diario de Ana Frank: El Musical»

Fue hace mucho tiempo [risas]. Muy complejo, por una parte, porque la historia es durísima y encarnar a Ana Frank no es fácil. Yo solía interpretar a Margot Frank y durante tres funciones a la semana a Ana. Podía vivir la historia desde dos puntos de vista distintos, lo cual lo hacía muy interesante. Era especialmente complicado volver a revivir la historia cada día, aunque se trataba de un musical que trataba de dar un poco de luz a lo acontecido, fue difícil porque te conmovía muchísimo. Al ser una historia real, la carga emocional era bastante grande, pero, por suerte, entre los compañeros teníamos muy buen rollo y estábamos de cachondeo siempre que podíamos para contrarrestar la durísima situación.

En cuanto al cine, la televisión y el teatro, ¿tienes alguna preferencia?

Prefiero personajes que me gusten y un planteamiento que me llame la atención, independientemente del medio; aunque es cierto que yo soy muy cinéfila.

¿Hay alguna serie actual en la que te gustaría participar?

¡En muchas! En Girls de Lena Dunham, por ejemplo, me encantaría porque me encanta lo que hace [risas]. En House of Cards, The Good Wife y, bueno, de series españolas hay una en la que sí que participé y que recomiendo que es El Fin de la Comedia con Ignatius Farray, que se hizo para Paramount Comedy y que es una serie con un planteamiento  bastante distinto al que aquí acostumbramos. También hay muchas otras españolas como El Ministerio del Tiempo, por ejemplo, que está genial. Me encanta que se cree ese tipo de ficción en España y con un planteamiento tan original.

Y si te dieran la oportunidad de elegir un personaje histórico para interpretar en El Ministerio del Tiempo, ¿cuál sería?

Yo siempre he sido muy fan de Juana de Arco, soy un poco masoquista [risas]. Pero hay un montón… Me gusta mucho también el rollo mujer de la Corte, Santa Teresa de Jesús, Safo… [risas]. La verdad es que los personajes históricos femeninos no son tan conocidos.

¿Qué te parece la visibilidad en cuanto a los personajes femeninos, que parece que está aumentando?

De izquierda a derecha: Rocío León, Manuel Bartual, Cristina Gallego y Dani Pérez Prada en la 18 edición del Festival de Málaga.

Sí, yo creo que está cambiando. Creo que hay más concienciación en cuanto a dar visibilidad e igualdad a la mujer. Por supuesto que hay aún mucho camino por hacer puesto que encontramos muchos personajes femeninos vistos desde la perspectiva del hombre, pero creo que, al menos, se están haciendo oír cada vez más.

¿Qué futuros proyectos tienes? Aparte de Berserker y Above the moon que aún están por estrenar.

Sí, esas están pendientes de estreno, no sé para cuándo. Hay un proyecto en el cual ya he empezado los ensayos, pero aún no puedo contar nada. Estoy muy contenta y con ganas de currar y con la ilusión de lo que está por venir. Es una aventura porque hay muchos momentos en los que no sabes qué será lo siguiente y tienes ese gusanillo en el estómago, a veces de vértigo [risas], pero cuando vienen cosas nuevas es una gran ilusión.

¿Qué tal tu experiencia en el Festival de Málaga?

Peculiar, muy peculiar [risas]. Muy bien, es una maravilla que exista este homenaje al cine aquí en Málaga porque es un homenaje al cine absoluto y eso es maravilloso. Hemos estado de un lado a otro sin parar y el trato ha sido estupendo. Estoy muy agradecida al Festival por dar cabida a una película con un planteamiento no convencional, por darnos la oportunidad de presentar nuestro trabajo.

Para terminar ¿qué le dirías a los espectadores reticentes a ver cine español?

Que se dejen llevar. Que se dejen sorprender porque van a encontrar cosas que les van a conmover, les van a gustar, les van a hacer reír, llorar… y con un lenguaje seguramente más cercano a ellos porque, al fin y al cabo, es nuestra cultura, con la que se van a sentir más identificados, quizás. Sencillamente, les diría que le den una oportunidad.

Créditos

Texto e imagen principal: @macarena
Edición: @jamoreno

Don Bluth, un paso más allá de Disney

¿Qué tienen en común un perro mujeriego aficionado a los casinos, un ratón judío que emigra a Estados Unidos y un gallo que es el rey del rock? Podríamos estar haciendo un mal chiste, pero nada de eso: hay que echarle la culpa a Don Bluth.

Me declaro un fanático de las películas de animación. Cuando uno es pequeño, los padres, los tíos, un hermano mayor, le plantan delante de las narices una película de dibujos animados y uno se queda alucinado, hipnotizado por esos simpáticos personajes que cantan, bailan y se mueven, pero eso es todo. Tu capacidad de análisis, a tan temprana edad, es prácticamente nula, como decía Don: «Basically the children who watch it just see the little characters they love, and so they’re not discerning about whether it looks great or it’s a great story or anything».

No ocurre lo mismo cuando, tras unos cuantos años, vuelves a adentrarte en el mundo de los dibujos.

Hace no mucho tiempo encontré, rebuscando información sobre este tema, un artículo muy interesante sobre mensajes —subliminales o no, según la percepción de cada uno— deslizados en los dibujos animados que me llevó a reflexionar sobre a qué público se dirigía el mensaje que transmitían estos bichos parlantes.

Contrariamente a la opinión de muchos, los dibujos tienen un componente adulto muy importante que, a medida que avanzan los tiempos, va disminuyendo a favor de unas caricaturas con un contenido puramente superficial y banal, sin fondo alguno. Cualquiera que piense que no tiene sentido que aún, tras haber pasado la infancia, sigas viendo películas de animación, necesita una buena dosis de las mismas para comprender que hay todo un mundo que se nos descubre ahora que podemos verlos con una perspectiva algo más adulta.

Dentro del gran abanico de películas de animación que hay, Disney juega un papel muy importante. El gigante de la animación tiene una trayectoria que comprende desde el año 1934, cuando se creó Blancanieves y los siete enanitos, hasta hoy en día. Son muchos los largometrajes de Disney que se podrían aconsejar puristas, como Alicia en el país de las maravillas, Peter Pan, La dama y el vagabundo, La bella durmiente, Merlín el encantador, El libro de la selva, etc.; a otros más modernos como Toy story, Monsters Inc., WALL-E y Up, de la mano de Pixar, comprada por Disney en 2006, por ejemplo, pero me gustaría citar, particularmente, a dos que no deberían pasar desapercibidas:

─ Los aristogatos: Relata la historia de una familia de gatos de la alta aristocracia que tienen que volver a su casa tras haber sido víctimas de un intento de asesinato por parte del mayordomo, celoso de que ellos fuesen a heredar la fortuna de su dueña y no él. En esta historia nos encontramos varios factores comunes en Disney: uno de ellos es la muerte, que sobrevuela en muchas de sus películas; nada menos que un intento de asesinato. También nos encontramos con uno de esos clichés de enamoramiento entre dos personajes que pertenecen a mundos diferentes y que, a priori, parece imposible que terminen juntos, en este caso O’Malley y Duquesa. Esta historia gana por el jazz, un género que, dentro de las bandas sonoras de Disney, aparece como un oasis de desorden en el que unos gatos callejeros y bohemios se juntan en un apartamento ruinoso para mostrar lo que significa ser un gato jazz.

─ Básil, el ratón superdetective: Personalmente, considero esta película de las mejores de Disney. En ella nos encontramos a dos ratones, cuyos personajes son análogos a Sherlock Holmes y el Doctor Watson, que tienen que resolver la misteriosa desaparición del padre de la pequeña señorita Flaversham. Casualmente, es una de las pocas historias de Disney que no tienen de por medio un romance, pero ese no es su principal mérito, aunque podría. La adaptación de la novela de Arthur Conan Doyle es magnífica: ya en los primeros planos de cámara, los colores nos trasladan automáticamente a un Londres frío y lúgubre. Además, es la primera película que combina tecnología 2D y 3D, pero una de las principales razones para conocer esta película es Rátigan, un villano en toda regla cuya voz, en V.O., la pone el magnífico Vincent Price.

2

A pesar del eclipse que significa Disney sobre otras propuestas de animación paralelas a su producción en Occidente, se distingue una mano cuyos dibujos son muy similares pero cuya autoría no les corresponde. Es así como se descubre a Don Bluth, un director de películas animadas que, tras trabajar en Disney, decidió separarse del mismo, junto con su compañero Gary Goldman —que se convertiría en su mano derecha—, para producir sus propias películas de animación. El resultado es una imagen muy parecida a la de la gran compañía pero con historias cuyo contenido es mucho más complejo que la típica línea de funcionamiento de Disney, en la que el amor suele ser el tema principal alrededor del cual se desarrollan las historias, un buen gancho para el público en general, pero algo escaso para aquellos a los que les gusta el mundo de la animación.

Las historias de Bluth son historias de adultos, en las que los personajes tienen una profundidad psicológica importante sobre la que apoyan su carácter: independientemente de sus defectos y virtudes, el personaje es así. Nos encontramos por lo tanto con verdaderos héroes y villanos, animales antropomórficos que se construyen en base a lo que podemos imaginar en nuestra vida real que significa una persona buena o mala, respectivamente. Así, a pesar de ser dibujos animados, las historias paridas por Bluth nos muestran escenas tan terroríficas como la explotación infantil, los casinos, la prostitución o la corrupción en un mundo de simpáticos personajes. A simple vista no parecen películas dedicadas a un público infantil, pero siendo dibujos animados muchos dirían que tampoco son para adultos. Entonces, ¿cuál es vuestra opinión? Os invito a juzgar por vosotros mismos. He aquí un breve listado de las películas que, a mi parecer, son imprescindibles:

─ NIMH, el mundo secreto de la señora Brisby: La historia transcurre en un lugar cercano al National Institute of Mental Health (NIMH). La señora Brisby, una ratona, tiene un problema: su hijo enfermo no se puede mover de la cama, pero está cerca la época de siembra y todo animal que permanezca en el campo podrá morir a manos del tractor, que pasará de un momento a otro. Sin ayuda alguna termina pidiéndole auxilio a las ratas, pero, ¿cómo es que las ratas tienen la habilidad de ayudarla? ¿Tendrá algo que ver que sepan aprovechar la tecnología del ser humano? Una historia maravillosa en la que se muestran los problemas básicos de la sociedad civilizada en la que el poder es un fuerte elemento enajenador.

Fievel y el nuevo mundo: Hay películas que uno no se cansa de ver nunca y esta es una de ellas. En ella se cuenta la historia de Fievel, un joven ratón judío, que tiene que huir de Rusia debido a las purgas constantes que amenazan con sus vidas. En el viaje hacia Nueva York, una tormenta azota con fuerza el barco haciendo que Fievel caiga al agua y se separe de su familia. Todos llegan a la gran ciudad, pero el pequeño ratón tendrá que recorrer un largo camino si quiere encontrarlos. Como cliché, al inicio de su aventura, el primer lugar donde cae es la Estatua de la Libertad, pero eso no será más que un vago espejismo del nuevo continente. Como anécdota curiosa sobre la película, Art Spiegelman acusó a Spielberg, que comparte producción con Bluth, de plagiar el hecho de representar a los judíos como ratones en su película, como el primero hizo en Maus, su novela gráfica por excelencia. Sin embargo, no llevó a cabo la denuncia formal, sino que decidió dividir su novela en dos partes y publicar la primera antes de la película e incluso antes de terminar la segunda parte del cómic. Dejo indicado que la secuela que se hizo de esta película, Fievel va al Oeste, de la mano de Simon Wells, tampoco tiene desperdicio.

─ Todos los perros van al cielo: Mujeres, juego, carreras, apuestas, asesinatos y cárceles son las primeras palabras que me llegan a la mente si pienso en esta película, aparte, claro, de la palabra genial, una película absolutamente única. Nos encontramos con un largometraje cuya primera escena muestra cómo Charlie huye de la cárcel gracias a su amigo Itchy. Resulta que Carface, un perro que hace un guiño a Al Capone y cuyo nombre nos lo confirma, le tiende una trampa a su socio para quedarse con el 50 % del negocio, nada menos que una especie de casino. La huida de la cárcel no le gusta nada a Carface, que intentará eliminar a su socio a toda costa para su beneficio, pero hay una niña huérfana que habla con los animales y que se convertirá en un personaje decisivo en la historia. Cada uno de los socios intentará hacerse con su confianza para conseguir lo que más anhelan: el dinero.

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─ En busca del Rey Sol: Edmond, un chico de carne y hueso, vive en una granja donde el sol no sale desde que Chanticleer, el gallo, tuvo que irse del campo debido a que lo acusaron de ser un impostor ya que, un día, el sol salió sin que él cantara. Sin embargo, todo es un plan del búho El Duque, que quiere que el sol no vuelva a brillar. Edmond se adentra en un mundo de personajes animados que tendrán que ir a buscar a Chanticleer a la gran ciudad porque, en la granja, el sol ya no aparece desde que el gallo no lo despierta y están en graves apuros. Una película en la que se mezclan el rock, las mujeres y el dinero, bajo el aspecto de una simpática historia para encontrar el sol y que una granja vuelva a la normalidad.

Además de las recomendadas anteriormente, Bluth tiene otras películas interesantes que, si os ha despertado la curiosidad, también tenéis que ver, como En busca del valle encantado, que muchos recordarán, El jardín Mágico de Stanley, Titán A.E. y Anastasia, estas dos últimas con una técnica un poco más moderna. A su vez, Don también ha participado en la creación del videojuego Dragon’s Lair, un juego icónico que, junto con Pong y Pac-Man, se encuentra en exhibición permanente en la Smithsonian Institution en Washington DC.

Y no podíamos finalizar este artículo sin recordar a otro gigante de la animación: el Studio Ghibli, fundado en 1985 por Hayao Miyazaki, cuyas películas han llegado relativamente hace poco al mundo occidental, aunque en Oriente su éxito fue rotundo desde sus comienzos.

Sin embargo, después de todo lo dicho, me quedo con la frase de Walt: «Animation offers a medium of story telling and visual entertainment which can bring pleasure and information to people of all ages everywhere in the world». Y es que sea Don Bluth, Disney o el Studio Ghibli, hay que perder el miedo a ver dibujos animados y volver a despertar nuestra curiosidad por este género para exigir que los lápices sigan rayando el papel a favor de la imaginación.

Ivo Boán Matusevich

Hablemos de amor

Miembros de la redacción hemos querido hablar del amor en relación con obras de artes, literatura, películas o música con motivo de San Valentín. Desde  la locura al amor ciego. Hablemos.

Galatea de las esferas, Salvador DalíJosé Antonio Moreno, coordinador de Akrox.

Hace años que me volví loco, eso lo tengo claro, me llevó a la locura… Como poeta no he podido sentir mayor atracción por Galathea y no me he enamorado de ninguna estatua a diferencia de Pigmalión, pero sí estoy enamorado de la locura. Es por eso que «Galatea de las esferas» de Salvador Dalí es más que representativa de mi punto de vista.  Es una locura, pero al principio solo veía un montón de planetas y satélites orbitando, luego pude ver esa musa que volvió loco a Pigmalión.

* * *

Eco y Narciso, John William Waterhouse Eugenio Morales Castillo, colaborador y Community Manager de Akrox.

eco_narcisoAl igual que Narciso se enamoró en tal grado de sí mismo que no podía apartar la vista de su propio reflejo, obviando el amor de la ninfa Eco, nosotros nos obcecamos en un único amor, lo que nos ciega: nos impide ver quién nos ama realmente, nos impide mirar más allá de lo que amamos, nos cierra las puertas a otros amores, nos ciega por completo, y nos arrastra  hacia un único amor. ¡Dichosos aquellos para los que ese amor es correspondido! Pero, los otros, ¡en funesta nave se han embarcado! Que Eros no os cierre los ojos, no vaya a ser que acabéis, como Narciso, ahogados y, una vez muertos, privados de la capacidad de amar.

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Adán y Eva, Jaime SabinesSara Solá Portillo, correctora.

¿Es que somos distintos? ¿No te hicieron, pues, de mi costado, no me dueles?

Cuando estoy en ti, cuando me hago pequeño y me abrazas y me envuelves y te cierras como la flor con el insecto, sé algo, sabemos algo. La hembra es siempre más grande, de algún modo.

Nosotros nos salvamos de la muerte. ¿Por qué? Todas las noches nos salvamos. Quedamos juntos, en nuestros brazos, y yo empiezo a crecer como el día.

Algo he de andar buscando en ti, algo mío que tú eres y que no has de darme nunca.

¿Por qué nos separaron? Me haces falta para andar, para ver, como un tercer ojo, como otro pie que solo yo sé que tuve.

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Las inquietudes del joven Werther, Johann Wolfgang Goethe M.E.F.P., redactor

Si cada uno de nosotros es un cosmos, el amor es un choque de galaxias. Así percibo yo su tremendo poder.

Basándome en esta premisa, para mí el aspecto del amor que más me ha impresionado es el no correspondido. Me resulta asombrosa la manera en la que podemos sufrir por amar a alguien que no nos ama.

Por ello considero esta obra de Goethe como la mejor expresión creada del poder del amor. La desgracia de sentir tan terrible necesidad e impulso que nos hace sufrir a nosotros y a los mismos que amamos. Algo tan subjetivo y tan poco práctico se impone a toda sensatez, y al mismo tiempo parece lo más sensato.

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Wish You Were Here, Pink FloydGermán Ortiz Sanguino, redactor

Esta canción ha emocionado a hombres hechos y derechos de todo el mundo y de todas las edades desde que se compuso. Camioneros, trabajadores de la siderurgia, levantadores de halterofilia, y por supuesto a Spielberg… pero él no cuenta, ese tio se emociona con cualquier cosilla. Y es curioso, pues esta canción no estaba ideada para enamorar a ninguna damisela. Es un réquiem en vida. Syd Barrett fue uno de los fundadores de Pink Floyd, pero sufría de graves problemas mentales. La banda le dedicó esta canción; pues echaban de menos como él era antes de sus trastornos.

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Demasiado humanos ─  Pepi Infantes, editora

Cerró sus ojos ante la postrera sombra aquel Quevedo cuyas cenizas tenían sentido;  la Dido de Virgilio precipitó el puñal hacia su pecho;  el desconsolado Apolo regó con lágrimas los pies de aquella Dafne que, en Garcilaso, en torcidas raíces se volvían. Y toda la alcoba sufrió el deseo lorquiano de un Amnón perturbado por su hermana.

No podría elegir un poema o un relato, ni siquiera un ínfimo fragmento. Para mí no hay más  amor o desamor que la pasión misma, algo que se deriva de quienes alguna vez, como en Góngora, se sintieron un ángel fieramente humano.

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Los amantes II, René Magritte Belén Extremera, correctora

Nadie sabe –o quiere saber– lo que significa el amor, hacerlo supondría dejarse “liar al cuello” la venda de ciegos. Viejo tópico el del amor de ciegos. Pero a lo que me refiero es a la negación, como esos que se encierran en el velo tupido y ya no son ella ni él, sino ellos, los amantes.  Obsesionado con la (falsa) realidad, Magritte aísla a estos amantes del mundo y de sí mismos –cada uno se oculta en su propio velo, en su propia idea–. Nada tentador así el amor.

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¡Olvídate de mí!, Michel GondryGuillermo Ruiz, colaborador

Sin duda, el amor siempre ha sido uno de los mayores alicientes en el mundo cinematográfico: retratado infinidad de veces y de numerosas maneras. Entonces, ¿por qué ¡Olvídate de mí!? Imagina que un día descubres que tu pareja ha decidido borrarte de su mente. Bajo esta interesante premisa se nos presenta la fábula romántica entre Joel y Clementine. El amor, como la memoria, es cambiante, subjetivo y tremendamente destructivo. Esta película refleja la cara más dura y melancólica del amor desde una visión esperanzadora e inspiradora. Puede que el amor no sea perfecto, pero quizás sea buena idea disfrutar de lo que nos ofrece.

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Romeo y Julieta, William Shakespeare Nereida Sologuren, coordinadora de redes sociales y corrección

Aunque sea la obra típica de la que se habla en estas fechas, Romeo y Julieta tiene muchos más matices de los que aparenta. ¿Creemos que el amor entre los protagonistas es idílico, maravilloso e incomparable? Es todo menos eso. Un amor idílico, sí, porque permanece en los sueños futuros de ambos personajes; un amor maravilloso, sí, pero fugaz a la vez; un amor incomparable, pues la intensidad con la que lo vivieron fue demasiada. Un amor que nos hace ver que no todo tiene que ser color de rosa, o que las demostraciones de amor no tienen que ser exageradas. Un amor que nos hace darnos cuenta de que lo mejor en una relación son los nimios detalles, las respuestas inesperadas, los momentos de silencio y, sobre todo, los instantes junto a la persona amada.

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Lover, You Should’ve Come Over, Jeff Buckley Carmen Fortes, coordinadora de redacción y editora    

Un canto a la desesperación solipsista que emana de la combustión original, aquella en la que la conceptualización del ser amado se convierte en una fuerza destructora por su poder de idealización. Ay, el primer amor.

Así, Jeff es consciente del error inexorable, necesario («maybe I’m too young to keep good love from going wrong») pero no se va, no puede. Su parálisis es tan peligrosa como la de Aleixandre en El último adiós: atado a una silla, a oscuras, y con la puerta abierta, por si la amante decide volver.

Al otro lado del precipicio, seguramente, haya un espejo reflejando la misma escena en la habitación de la amante. Sin embargo, esto no es un asunto de dos; no el desamor, no el primero.

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Somebody to Love, Jefferson Airplane  ─  Daniel Soler, editor

Don’t you need somebody to love? Siempre he concebido el amor como un espíritu esencialmente neutro, bailando hasta el infinito entre los cielos del amor correspondido y el infierno del despecho y el desengaño. Amor y odio van siempre de la mano. Lo contrario de estos dos sentimientos es la indiferencia. Lo cierto es que los años 60 nos trajeron los festivales del amor, los cuerpos desnudos y el regreso a los impulsos de comunión, pero también nos mostraron las imágenes del napalm lloviendo sobre civiles vietnamitas.

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Lector ¿Qué es el amor?

Queremos escucharte, escríbenos en los comentarios y… hablemos.

La nueva aventura del Capitán Harlock

El pasado mes de noviembre tuvo lugar en Málaga el Fancine, en el que se han proyectado un sinfín de películas de terror, ciencia ficción y suspense. Pues bien, cuál fue mi sorpresa al comprobar que una película algo diferente también iba a ser proyectada: Space Pirate Captain Harlock. A decir verdad, no soy una gran fan del anime, pero al ver el tráiler pensé «puede que esté bien». Y, en efecto, estuvo más que bien.

Harlock
El Capitán Harlock

Ya en el comienzo de la película se nos deja entrever que no todo será feliz en su transcurso. Es el año 2977 y el universo es distinto a como lo conocemos. La humanidad ya no está concentrada en la Tierra, sino dispersa por todo el universo. De hecho, la Tierra es el único lugar prohibido para todos los seres humanos, puesto que por la falta de recursos y la superpoblación se tuvieron que llevar a cabo otras medidas para la supervivencia de la raza.

En las primeras escenas se nos muestra a uno de los protagonistas: Yama, un muchacho que tendrá una misión bastante importante en la trama y que dará un giro de los acontecimientos a esta.

Otro de los protagonistas, el mismo Capitán Harlock, no aparece hasta poco después de forma bastante abrupta: está interesado en reclutar tripulantes para su nave espacial, llamada Arcadia. Si eres un fiel seguidor del manga de este personaje puede que no te sorprenda, pero para mí, que era la primera vez que veía y tenía el gusto de conocer el mundo del Capitán Harlock, la visión de su nave me dejó boquiabierta. No imagines el típico barco pirata ─que ya de por sí en una película futurista no tiene mucha cabida─ ni nada parecido, porque lo que aparece ante tu vista es un armazón compuesto por materia negra e indestructible, con un mascarón de proa adornado con una calavera.

Yama
Yama

Yama se encuentra entre esos candidatos a ser tripulantes de la Arcadia y, sorprendentemente, es escogido para ello tras decir la palabra correcta: libertad. Es decir, el muchacho es elegido porque el Capitán Harlock, tras cien años vagando por el universo, ha estado luchando contra la coalición Gaia, órgano del gobierno que prohíbe la entrada a la Tierra.

A partir de ese momento se suceden varios acontecimientos: presentación de otros personajes ─con mayor o menor relevancia en la trama─, hechos esperados e inesperados, el porqué de esa prohibición con respecto a la Tierra y, finalmente, la esperanza de que todo pueda volver a ser como antes.

Recomiendo esta película por varios motivos: en primer lugar, no es el típico anime ni los típicos personajes del cine japonés, sino que tienen un carácter algo distinto de lo normal; la calidad de imagen es brutal ─en algunos momentos de la película es posible que te cuestiones si el dibujo está mejor elaborado y diseñado que la propia realidad─; la historia, aunque un poco liosa en ciertas partes, es interesante por lo general; y, por último, si buscas una película entretenida, cumplirá tus expectativas.

Aunque ambientada en un mundo muy, pero que muy futuro, habla al mismo tiempo de temas contemporáneos y nos da qué pensar sobre el porvenir del planeta, del universo y de nosotros mismos.

El adiós a la carrera de un genio

        El pasado 8 de noviembre Hayao Miyazaki, padre fundador del Estudio Ghibli, recibió el Óscar honorífico en una ceremonia muy íntima —ni siquiera televisada por la propia Academia— junto a Maureen O’Hara, Jean-Claude Carrière y Harry Belafonte, grandes figuras del cine. Con este segundo Óscar, el legendario mangaka y director japonés se despedía oficialmente de Hollywood y del mundo de cine con un reconocimiento a toda una vida dedicada al mundo de la animación.

        Ya en el festival de Venecia del año pasado los fans de Miyazaki recibimos un duro golpe cuando, una vez estrenada la que sería su última película, El viento se levanta (2013), Miyazaki declaró que se retiraba como director de cine, esta vez de forma definitiva —recordemos que Miyazaki habló varias veces sobre su retirada del mundo del cine, una de ellas después de estrenar La princesa Mononoke (1997)—. El famoso Estudio Ghibli perdía así a uno de sus pilares y figuras fundamentales; pérdida que desembocaría en el cierre temporal de la compañía, unida además a varios batacazos en taquilla de producciones Ghibli actuales.

        Durante la gala el actual «pez gordo» de Disney y compañero del maestro japonés, John Lasseter, alabó y honró la labor de Miyazaki situándolo detrás de Walt Disney —una comparación algo desacertada en mi opinión— y recordando cómo sus trabajos le inspiraron y ayudaron a convertirse en lo que es ahora, uno de los personajes actuales más importantes e influyentes de la animación  mundial.

        Lasseter mantuvo una relación más o menos afectiva con Miyazaki, gracias a la cual muchos de los trabajos de Ghibli pudieron ser distribuidos por EE. UU. a través de Disney. De ese modo se amplió el mercado de las obras de Miyazaki, con lo que consiguió hasta tres candidaturas (y un premio) en la gala de los Óscar por El viaje de Chihiro (2001), El castillo ambulante  (2004) y su más reciente El viento se levanta (2013).

        En su intervención Miyazaki fue muy escueto y educado —como buen japonés—, y aunque en algunas de sus frases incluso llegaba a bromear —cuando dice estar contento de haber conocido a Maureen O’Hara— se le notaba algo incómodo y fuera de lugar. Sus declaraciones fueron, como era de esperar, algo polémicas; aunque muy correctas, eso sí. Entre líneas podía leerse tanto una crítica al uso casi imperativo en la actualidad de la animación digital, con su reivindicación del uso del dibujo a mano, como una crítica bélica, en la que agradecía que Japón no hubiese participado en más guerras y que disfrutasen de una época de paz.

        Bien es cierto que esto no es ninguna novedad: Miyazaki ya levantó polémica cuando en 2003 se negó a asistir a la gala de los premios Óscar —donde precisamente su película El viaje de Chihiro salió vencedora— por la participación de los EE. UU. en la guerra de Iraq. Lo cierto es que el propio Miyazaki siempre se ha considerado a sí mismo un antibelicista en potencia, característica que podemos observar claramente a lo largo de toda su filmografía. Un ejemplo claro y bastante reciente fue la controversia que suscitó en el país nipón con su último filme, El viento se levanta (2013). La película nos narra la vida de un importante diseñador de aviones de guerra japonés que colaboró con Japón en la construcción de aviones durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar de esto, El viento se levanta es claramente un canto antibelicista: Miyazaki ve el diseño de aviones como un arte, una forma de crear vida; en ningún momento juzga a su protagonista, y creo que eso le honra. No intenta moralizar, no pretende inculcar al espectador que aquello está mal o está bien, simplemente nos muestra la vida de un hombre: sus ambiciones, sus sueños y su motivación; nada más.

        Personalmente creo que el Óscar está mucho más que merecido: la carrera del cineasta es intachable y nos ha regalado muchos de los momentos más mágicos y creativos del cine. No puedo elegir una de sus películas ni un solo momento de ellas, prefiero disfrutar de todo lo que ha hecho, desde su más infravalorada Nicky, la aprendiz de bruja (1989), hasta clásicos  como Mi vecino Totoro (1988). Miyazaki es un artesano de historias para todos los públicos, historias llenas de amor, de ternura y también con un lado amargo y triste que se conjugan en perfecta armonía creando verdaderas obras de arte.

        Finalmente quisiera terminar con un vídeo en forma de homenaje a toda la carrera de ese genio que un servidor siempre recordará por su carisma, su imaginación, su determinación y, sobre todo, por el cariño y afecto con el que concebía todas sus obras. La animación y el cine en general han perdido a uno de los grandes. Hasta siempre, Miyazaki-san.